Cómo hacer una copia de llave casera en 5 minutos

¿Necesitás una copia de tu llave con urgencia? Te compartimos un paso a paso sobre cómo hacer una copia de llave casera en 5 minutos.

Por supuesto que hablamos de una situación en la que necesites hacer la copia de una llave de tu propiedad y no de copiar una llave ajena sin autorización. En cualquier caso, lógicamente nuestra primera recomendación será que nos contactes para que te asegures de obtener un trabajo bien terminado.

Sin embargo, puede ocurrir que por uno u otro motivo necesites saber cómo hacer una copia vos mismo y de forma rápida. En este artículo trataremos de darte una mano con eso. Pero debemos advertirte que esta técnica solo podrá aplicarse con un tipo de llaves: las de candado o similares (las que parecen un serruchito). No servirá para una llave de doble paleta, ni siquiera con las de una sola.

¿Qué elementos vamos a necesitar para copiar una llave?

  • La llave modelo.
  • Pinza.
  • Alicate (herramienta) o tijera.
  • Alguna lata de conservas o una tarjeta de crédito ya vencida.
  • Un encendedor.
  • Cinta adhesiva transparente.
  • Una lima.

Cómo hacer una copia de llave casera en 5 minutos

El primer paso será agarrar la llave a copiar (preferentemente con la pinza, para no quemarte) y calentar la parte que se introduce habitualmente en la cerradura, con un encendedor. Puede ser también con una hornalla encendida de la cocina. No es necesario que la llave se caliente al rojo vivo. Calentarla de un lado durante 1 o 2 minutos debe ser suficiente para que éste se ennegrezca.

Esperaremos a que la llave esté fría al tacto y colocaremos un pedazo de cinta adhesiva transparente sobre la llave. Presionaremos y lo sacaremos tras 10 segundos. Como dijimos, la llave no deberá estar caliente pues no buscamos que se derrita la cinta sino tan solo que se marque, como si los dientes de la llave fueran un sello. Te sugerimos que dejes un poco de cinta de más a cada extremo de la llave para que sea más sencillo despegarla sin que se rompa la parte que nos interesa. También es importante que no se arrugue ni se doble.

A la llave modelo podrás quitarle lo carbonizado pasándole un poquito de alcohol.

Acto seguido, pegaremos la cinta con la silueta de la llave marcada, sobre la parte lisa de alguna tapa de lata de conservas o sobre la parte lisa de una tarjeta de crédito que ya no tenga validez. En caso de usar una tarjeta, trataremos de evitar los números y letras en relieve porque deformará la copia.

Así tendremos la guía para recortar alrededor su forma, con el alicate en el caso de la lata y con una buena tijera en caso del plástico. Se debe operar con extrema prolijidad en la parte de los dientes de la llave, pues si recortamos mal, ésta no abrirá. Lo que sería la cabeza de la llave no importa tanto mientras sea lo suficientemente grande como para poder manipularla.

Una vez que tengamos la copia recortada, la juntaremos con la original para comparar los dientes. Es posible que sea preciso limarlos hasta emparejarlos bien.

Cuando la copia de la llave ya esté lista, la introduciremos en la cerradura con mucho cuidado, ya que por el material del que estará hecha no será tan resistente como la llave original y se puede romper o doblar. Cuando la llave haya hecho tope, la mantendremos bien próxima a la cerradura y la haremos girar. Eso debería ser suficiente como para abrir el candado o puerta de la que se trate.

Es muy importante no forzar la llave pues no queremos trabarla o quebrarla y que por quedar un pedazo dentro de la cerradura, las cosas se compliquen más aún.

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