Cerradura: cómo sacar

Por lo general es un procedimiento bastante sencillo y no lleva mucho tiempo, pero a veces no lo es. Cerradura: ¿cómo sacar?

En condiciones normales, sacar una cerradura no lleva más de 10 o 15 minutos como mucho. Es que cómo proceder es bastante obvio desde el momento que los tornillos están a la vista. Sin embargo, en algunos modelos de cerraduras los tornillos están ocultos y eso puede complicar un poco las cosas. Para eso estamos nosotros…

Cómo sacar una cerradura

Método 1: cuando los tornillos están a la vista

Cerradura cómo sacar. Plano detalle de una llave en una cerradura, donde se ven los tornillos que la sujetan a la puerta.

Casi siempre las puertas tienen los tornillos a la vista. Suelen llevar entre 1 y 3 alrededor del picaporte y si no (o también) en el canto de la puerta, digamos donde salen los pestillos de la cerradura.

Si no hay tornillos a la vista, es posible que haya alguna otra clase de sujetador en el cuello del picaporte. Pero a eso lo veremos más adelante.

Una vez encontrados los tornillos, los aflojaremos con el destornillador de punta plana o cruz según corresponda. Ya calzada la herramienta, la giraremos en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Tip de experto:

Siempre que tengas que usar un destornillador, tratá en lo posible que cuando lo calces en la ranura del tornillo, no quede mucho espacio. Es decir, que no haga juego, que calce lo más justo posible. Esto facilitará muchísimo la maniobra y requerirá que le apliquemos menos fuerza. Aclaramos esto porque muchas veces el tamaño del destornillador aparenta ser el adecuado, pero no logramos aflojar el tornillo (especialmente si está muy ajustado). Probá este consejo y después nos contás.

Retirados los tornillos, los colocaremos en un lugar donde nos aseguremos que no se pierdan y en el caso de que haya diferentes medidas, procuraremos indicar dónde estaba cada uno para no trabajar de más.

Lo siguiente será retirar los picaportes de ambos lados de la puerta.

Ahora sí, podremos sacar la cerradura. Veremos el lateral de la puerta: si tiene tornillos los retiraremos y la cerradura quedará libre. A veces, está encajada muy firmemente y tal vez debamos hacer una leve palanca con el destornillador de punta plana en la parte superior de la placa. ¡Y listo!

Si el motivo por el cual se retira la cerradura es reemplazarla por otra, recomendamos llevar la que estaba colocada o bien tomar todas las medidas (incluyendo la posición de los tornillos) para asegurarnos de que la nueva cerradura entre bien en el hueco de la puerta.

Método 2: cuando no hay tornillos visibles

Al no ver tornillos alrededor de la cerradura, buscaremos algún pequeño agujero en el cuello del picaporte. Puede que en el interior haya un botón o un tornillito. En el primer caso buscaremos un clip o algún instrumento puntiagudo para presionarlo mientras tiramos del picaporte hacia afuera. Es el botón el que libera el mecanismo de sujeción. En el segundo caso, necesitaremos del destornillador de la forma y el tamaño adecuados, no habrá otra manera de quitar el tornillito.

Eso debería ser suficiente para ir sacando la cerradura, empezando por el picaporte. Pero puede que aúno no podamos sacarla. Entonces probaremos con correr la paca que está detrás del picaporte, pues quizás allí se oculten otros tornillos.

Método 3: cuando el picaporte lleva una placa de cobertura

Cuando no hay tornillos a la vista, observaremos la placa que está entre el picaporte y la puerta (del mismo lado de la puerta). Si encontramos una muesca, haremos palanca con un destornillador de punta plana, para que deje al descubierto los tornillos que sujetan la cerradura.

Cuando la placa no tenga muesca, lo que haremos será girarla en sentido antihorario: tal vez se trate de una placa a rosca. Desenroscándola primero y deslizándola por el cuello del picaporte después, podremos ver los tornillos.

De pasar que la placa no tiene muesca ni rosca, deberemos investigarla bien porque de seguro tiene un sujetador interno. Éste también tendrá su mecanismo liberador, será cuestión de encontrarlo. Si no se puede encontrar, siempre se estará a tiempo de llamar a un cerrajero profesional.

Al igual que en los métodos anteriores, sólo restará quitar la cerradura.

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