Por qué se traba una cerradura

Cuando una cerradura comienza a trabarse, es un síntoma que puede empeorar con el tiempo. Pero, ¿por qué se traba una cerradura?

Por qué se traba una cerradura

El motivo más frecuente que provoca que una cerradura se trabe, es la falta de lubricación. Siempre recomendamos la  consulta a un cerrajero profesional para que nos brinde asesoramiento al respecto, ya que no cualquier lubricante le hace bien al mecanismo interno de la cerradura.

Sin embargo, a veces la cerradura funciona mal debido a que las bisagras de la puerta están flojas o bien la cerradura en sí media suelta o torcida, de manera que los pestillos quedan desalineados respecto a los orificios del marco.

Qué hacer cuando se traba una cerradura

Limpiar y lubricar

Para realizar esta tarea correctamente, primero deberemos retirar la cerradura. Habitualmente ésta tiene dos tornillos en el borde de la puerta y otros dos en el lado interno. Si la cantidad y ubicación de los tornillos varía, de cualquier manera es bastante intuitivo encontrarlos y retirarlos. Si se trata de una cerradura de la que una vez retirada se pueda acceder con facilidad al interior y éste se ve sucio, lo limpiaremos con un cepillito y detergente. Luego, lubricaremos con aerosol las partes móviles para terminar armando nuevamente la cerradura.

Si pese a esto el problema persiste, pasaremos a la verificación de las bisagras.

Ajustar las bisagras de la puerta

Por qué se traba una cerradura. Foto de una bisagra.

Es probable que el problema que recae sobra la cerradura esté generado en realidad por la puerta. Si las bisagras están un poco flojas, la puerta estará desbalanceada y eso afectará el cierre. Lo que haremos entonces será levantar un poco la puerta (quizás necesitemos ayuda de una segunda persona) mientras se ajustan los tornillos de las bisagras.

Pero si hecho esto la cerradura se sigue trabando, probaremos con el siguiente paso.

Alinear el pestillo con la placa

También puede ocurrir que estas dos piezas complementarias, placa y pestillo, de desalineen. Esto sobreviene con el uso. Verificaremos entonces si la puerta está desencuadrada respecto a su marco. ¿Cómo? Midiendo la distancia entre el borde superior de la puerta y el borde inferior del marco a lo ancho de toda la puerta. Si vemos que del lado próximo a las bisagras la distancia es menor que en el lado opuesto o próximo a la placa, efectivamente la puerta está fuera de encuadre. Si el defecto es leve, lo solucionaremos muy fácilmente: limando el borde inferior de la pieza hembra. Para el caso de un problema un poco mayor, directamente quitaremos la puerta y preferentemente llamaremos a un carpintero.

Puerta hinchada

Otro problema, ya la más lejano a aquellos intrínsecos de la cerradura  pero que causan que se trabe, es que la puerta esté hinchada o deforme. En el primer caso, puede deberse a la humedad ambiente o a que se haya mojado. Los materiales a veces se contraen y se dilatan según los factores climáticos, lo cual afecta su funcionalidad. En el segundo caso, es posible que la puerta haya venido fallada de fábrica, en una falsa escuadra o con defectos por el estilo. De tratarse de una puerta de madera, sugerimos llamar a un carpintero. En caso contrario, directamente ver la posibilidad de cambiarla por otra ya que es difícil repararla.

Por qué se traba una cerradura

Más allá de las situaciones que enumeramos, también puede ocurrir que nuestra cerradura haya llegado al final de su vida útil, que sus componentes internos estén sueltos, secos u oxidados. Esto sin entrar a considerar otros síntomas que se suman, tales como que la llave no gire, que sea ésta y no la cerradura la que se trabe o que directamente no entre. Si bien abordamos la solución a alguno de dichos problemas en nuestro blog, para todos estos casos insistimos en llamar a un cerrajero a domicilio.

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