Cerradura izquierda o derecha

Si tenés que comprar una cerradura nueva, una de las cosas que te van a preguntar es: “¿cerradura izquierda o derecha?”. Te contamos cuál es cual.

Una cerradura no es algo que uno compre solo pidiendo “una cerradura”, porque no son genéricas ni universales. Hay un par de características que debemos saber para ahorrarnos varios viajes desde la casa a la cerrajería.

Cerradura izquierda o derecha

Existen dos grandes familias de cerraduras:

Cerraduras de embutir: son las que se colocan dentro de la puerta y pueden usarse tanto en puertas de mano derecha como en puertas de mano izquierda. Esta es la cualidad de reversible de estas cerraduras.

Cerraduras de sobreponer: se colocan sobre la superficie de las puertas. Sobresalen y se adaptan a la forma de aquellas, por lo tanto no son reversibles. Aquí es donde deberemos saber diferenciar unas de otras.

Sabiendo entonces que la que tenemos es una cerradura de embutir, no habrá dudas sobre derechas o izquierda. Pero si la cerradura es de sobreponer, tendremos que ver de qué lado se encuentra la bisagra de la puerta.

Lo que parece obvio no lo es tanto, porque según de qué lado nos paremos, las bisagras estarán del lado derecho o del lado izquierdo. Por eso nos pararemos del lado de afuera de la habitación en cuestión. La ubicación de las bisagras y no la del picaporte, indicarán la cerradura a comprar. Si las bisagras están del lado derecho, precisaremos una cerradura derecha. Si las bisagras se encuentran del lado izquierdo, habremos de pedir una cerradura izquierda.

O a la inversa: si el picaporte está del lado derecho, necesitaremos una cerradura izquierda y viceversa. Siempre tomando como punto de referencia el lado externo de la habitación.

¿Por qué no es lo mismo una cerradura izquierda o derecha?

Vamos a un ejemplo bien práctico y concreto. Lo que explicamos en los párrafos anteriores tiene que ver en realidad con la posición y la manera de funcionar del pestillo, que es la pieza que se esconde en el canto de la puerta cuando accionamos el picaporte. Si intentamos cerrar una puerta empujándola (sin usar el picaporte) y la cerradura es correcta, cerrará. Pero si es la cerradura contraria, el pestillo va a hacer las veces de traba y no va a permitir que la puerta cierre (como si hubiésemos echado llave con la puerta abierta y quisiéramos cerrarla).

Como solución a este problema se inventaron las cerraduras de pestillo reversible. Podremos distinguirlo porque en lugar de tener una cara recta, es todo cilíndrico.

Si a pesar de estas indicaciones, compramos mal la cerradura, podremos cambiarla en el lugar donde la compramos o, si tenemos la suficiente audacia, abrir la tapa y cambiar el pestillo. Para hacerlo deberá tenerse mucho cuidado para no desacomodar todo el mecanismo.

Otras características importantes

Hay algunos otros datos que pueden sernos útiles para elegir la mejor cerradura para nuestra puerta:

  1. ¿Qué tipo de cerradura es? ¿Solo de cerrojo? ¿De manija? ¿De perilla? Una vez que identificamos el tipo de cerradura, deberemos elegir entre reemplazarla por una igual o por otra diferente. En este segundo caso, se recomienda llamar a un cerrajero especializado para que haga las adaptaciones que correspondan en la puerta.
  2. ¿De qué marca es la cerradura? Lo sabremos mirándola o bien observando la llave. Es probable que las cerraduras de la misma marca tengan características comunes entre sí y diferentes en comparación a otras marcas.
  3. ¿De qué material está hecha tu puerta? ¿Y qué ancho tiene? Esto es importante saberlo porque el tipo de puerta de que se trate suele estar asociado a un tipo de cerradura. No es lo mismo una puerta corrediza, que una puerta de madera maciza o que una puerta de aluminio.

Ahora sí, con toda esta guía, esperamos que puedas conseguir la mejor cerradura para tu puerta!

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